‘OH, Rompehielos’ llegaba con el frío de enero para mostrarnos lo más cálido de su interior. Unos sonidos suaves y armónicos atisban lo que será el resto del disco, hasta topar con la ‘Reina del Amazonas’, la canción del disco por excelencia -a título personal-. Esa que oyes una vez y no puedes sacar de la cabeza. Una canción con energía, algo más de velocidad y entusiasmo, el mismo que posiblemente hizo al propio Ramón seguir adelante con el disco tras varios baches al cambiar de discográfica.
Él mismo lo ha contado. Una mala decisión en la anterior gira le llevó a perder las ganas de continuar pero la música es lo que tiene, si la sientes, tira de ti, de tal manera que no puedes evitar hacer lo que sale de tu interior y crear. Si bien es cierto, las letras pueden necesitar varias ‘escuchas’ o sentarse con tiempo y escuchar en silencio para entender la historia. No se trata de un disco para oír de pasada, hay que sentarse a entenderlo, a sentirlo, a comprender la historia.
Photo by Alba Lajarín |
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